
OPERACIONES PSICOLÓGICAS
La guerra psicológica es usada para persuadir mentalmente al enemigo para conformarse y rendirse.
Esta fue la idea básica durante muchos años, su real potencia no fue reconocido hasta la IIGM, por ejemplo la propaganda alemana jugo un papel, importante en el hecho de que los soldado americanos estaban pasando una maravillosa vida en INGLATERRA teniendo sexo con las chicas mientras los soldados británicos sufrían en primera línea.

Cuando se ejecutan profesionalmente las OpSic, tienen la habilidad de influenciar a una población entera, por ejemplo, en 1970, después de que el Sultán QABOOS relevo a su padre en OMAN, el SAS operó una guerra de OpSic a gran escala.
Esto incluyo el establecimiento de una estación de radio y la distribución de miles de radios gratis a la población.
Millones de panfletos fueron lanzados por el avión Shyvan a lo largo de las posiciones en poder del enemigo para informarles del reciente golpe y ofreciéndoles una anmistía.
Los equipos de OPSIC del SAS también distribuyeron remeras y banderines para los niños promocionando al nuevo sultan visitando muchas de las localidades y villas aledañas.
“Corazones y Mentes”.
Mentes y corazones es una táctica que se encuentre arraigada en las tácticas de lucha moderna del SAS.
Fue un término inicialmente introducido por el Grl Sir Gerald Templar, Un alto militar comisionado en MALAYA durante la Emergencia.
En junio de 1952, se le preguntó si tenía los soldados suficientes para llevar a cabo el trabajo, a lo que respondió “la respuesta radica no en volcar más soldados dentro de la jungla sino en ganar y permanecer en las mentes y corazones del pueblo Malayo”.
Templar tomó medidas para ganarse a los Malayos con políticas tales como la construcción de enclaves en la jungla y ganándose la voluntad de las tribus de aborígenes.
Desde 1953, el SAS participó en la construcción de estos enclaves y vivieron con los aborígenes, aprendiendo su lenguaje, sus costumbres y su estilo de vida.
Rápidamente quedó claro que los apoyos sanitarios por básicos que sean fueron esenciales para ganar la confianza de la población local.

Es importante recalcar que cualquiera sea el tipo de ayuda la misma debe ser real y beneficiosa, de lo contrario el efecto en la población local será contraproducente.
De esta manera los soldados del SAS comenzaron a adquirir habilidades en obstetricia y veterinaria.
Una simple aspirina podía curar un dolor de muela y hacer de esta manera un amigo para toda la vida.
Estas simples medidas funcionaron adecuadamente tanto en la jungla de MALAYA, BORNEO como en los desiertos de OMAN.
El mayor beneficio de la táctica de mentes y corazones fue la inteligencia obtenida de parte de los locales.
Por supuesto, que vivir con los pobladores autóctonos puede ser desesperante por lo que los soldados del SAS tuvieron que aprender habilidades de paciencia y tacto.
Actualmente es algo rutinario para el SAS el llevar adelante operaciones de “Mentes y Corazones” en todos sus teatros de guerra lo cual les provee “ojos y oídos” a la hora de obtener información que de otra manera no se podría obtener y el beneficio de esto es incalculable.
Principios Básicos de la Propaganda.
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Captar la atención del pueblo organizando reuniones marchas y debates ganando pacíficamente la tención de la prensa.
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Ser precavido de apoyar una causa débil puesto que la gente no la seguirá y por consiguiente no se ganará la atención de la prensa.
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Los objetivos deben ser claros y realizables y la propaganda se deberá mantener en términos pacíficos por lo menos en la superficie.
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Identificar claramente a los adversarios, el gobierno, el ejército o los invasores externos por ejemplo.
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Siempre tener respuestas preparadas, si alguien formula una pregunta fuera de estas simplemente dar vuelta la pregunta diciendo, si pero primero déjeme explicarle esto y continuación dar a conocer la respuesta preparada que expresa nuestro punto de vista.
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Siempre condenar al enemigo. Nombrar a sus líderes y hacerlos personalmente responsables de malas situaciones.
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Usar infiltrados para pasarles información secreta del gobierno y que la misma sea usada en entrevistas o reportajes en medios de prensa internacionales. Cualquier cosa que sea verdad o verdad a medias puede servir para debilitar al gobierno.
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Retrotraerse a ejemplos de fallas del gobierno anteriores. Y usarlas como generalidades para acusar el gobierno de inepto, corrupto y nepotismo.
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Usar hechos del gobierno que disocien al mismo del pueblo, por ejemplo el número de personas que han permanecido en custodia por agencias de inteligencia del gobierno y luego simplemente han desaparecido. Los agentes pueden desenmascarar fosas comunes y luego acusar al gobierno por violaciones a los derechos humanos.
Subversión.
Subversión es una palabra difícil de definir, pero en el contexto de operaciones clandestinas significa subvertir es decir enfrentar al pueblo con su líder.
Para los agentes o las unidades de fuerzas especiales, las operaciones clandestinas pueden envolver apoyos a un movimiento de guerrilla en su búsqueda de derrocar al gobierno actual.
Mientras que el entrenamiento militar y el equipamiento proveerán el músculo, la guerra es propagada mediante el uso de la propaganda y la guerra psicológica.
Para tener éxito una organización subversiva debe adoptar políticas que sean relevantes a la situación social que se viva.
Para hacer esto se establecerá un cuerpo abierto que bien puede ser un partido político que subvierta abiertamente a la población en contra de su actual gobierno.

Al mismo tiempo se establecerá un aparato encubierto que en las sobras ostente el real poder.
Esta organización puede ser un grupo subversivo armado que se mantenga distante de la organización abierta.
En la superficie ambas partes pueden denunciarse públicamente una con otra, pero en realidad estarán actuando como un solo cuerpo.
Caso histórico.
En 1997 la CIA desclasificó 1400 páginas de archivos secretos sobre sus operaciones encubiertas en AMÉRICA LATINA.
Esta operación fue considerada tan exitosa que se usaría a posterior como plantilla para muchas operaciones de la CIA y muchas de las técnicas son usadas actualmente.
Actualmente en una atmósfera de apertura y transparencia cualquiera es libre de examinar estos documentos los cuales exponen detalles horroríficos que hasta podrían ser llamados actos de terrorismo.
En 1952, JACOBO ARBENZ GUZMAN se convirtió en el segundo presidente electo legalmente en GUATEMALA.
Su primera tarea fue cambiar las leyes bajo las cuales una minoría perteneciente a una elite selecta había gobernado el país años anteriores.
Estos cambios incluyeron el reconocimiento de partidos comunistas de GUATEMALA y algunas reformas agrarias que amenazaron compañías estadounidenses, tales como la poderosa UNITED FRUIT & CO. ESTADOS UNIDOS no consideró al presidente electo como un aliado y se dispuso a organizar su caída.
Esta tarea fue encargada a la CIA y se desarrolló un plan de acción que incluía asesinatos selectivos y sabotajes.
La CIA planificó atacar a JACOBO ARBENZ GUZMAN desde todos los ángulos, pero la campaña fue principalmente dirigida a minar la lealtad de la cúpula militar, la cual ARABENZ necesitaba para controlar el País.
La CIA tuvo éxito y en 1954, ARBENZ entregó el poder a los militares, el único poder que EEUU consideró capaz de controlar y mantener el orden.
Los líderes militares impusieron un régimen muy cercano a una dictadura.
Cuando se desarrolló una pequeña insurgencia, EEUU equipó y entrenó a los militares guatemaltecos quienes lanzaron una salvaje ola de represión que dejó miles de campesinos muertos.
La opresión que duró 40 años destruyó totalmente la estructura de la sociedad guatemalteca y causó la muerte y desaparición de al menos un cuarto de millón de personas.
Este tipo de historias no es nueva, si se le pregunta a un miembro de las fuerzas especiales que haya participado en escenarios similares.
“Como operativo de la CIA yo he entrenado exiliados guatemaltecos en HONDURAS para invadir su propio país y derrocar a un presidente electo.
Yo ayudé a diseñar el golpe de 1954 inaugurando una era de dictaduras militares intransigentes sin precedentes en AMÉRICA CENTRAL.
Generales y coroneles actuaron con impunidad para limpiar a los disidentes y apoderarse de sus bienes para ellos y sus compinches.
Luego me convencí de que realmente no estábamos combatiendo al comunismo sino que estábamos luchando contra la gente” palabras de PHILLIP ROETTINGER, un coronel de cuerpo de marines de EEUU y operativo de la CIA.
Operación Encubierta PBSUCESS (Criptónimo CIA).
El golpe de Estado que estremeció a Guatemala en 1954 fue una operación encubierta, llamada PBSUCESS (Criptónimo CIA), organizada por la CIA estadounidense para derrocar a Jacobo Arbenz Guzmán, el Presidente de Guatemala democráticamente electo.
El gobierno de Arbenz presentó una serie de reformas que la "inteligencia estadounidense" consideró como comunistas y las atribuyeron a la influencia soviética.
Entonces impulsaron el temor a que Guatemala se convirtiese en lo que Allen Dulles llamó "una cabeza de playa soviética en América" (posición enemiga para la invasión).
Estas acusaciones repercutieron en la CIA y la administración de Eisenhower, durante la era anticomunista del Macarthismo.
Principalmente el presidente Arbenz promulgó una reforma agraria que perjudicaron a la multinacional norteamericana United Fruit Company, con intereses en la oligarquía guatemalteca e influencia, a través de grupos de presión, en EE. UU.
La operación, que apenas duró de finales de 1953 a 1954, estaba planeada para armar y entrenar para tomar el país a un "Ejército de liberación" de aproximadamente 400 rebeldes bajo el mando del oficial exiliado del ejército guatemalteco Coronel Carlos Castillo Armas coordinándolo con una compleja artimaña diplomática, económica y propagandista mayormente experimental.
La invasión fue precedida desde 1951 por un plan, bautizado PBFORTUNE, para financiar y suministrar armas y provisiones a las fuerzas opositoras al presidente.
Tras la invasión estaba la Operación PBHISTORY con el objetivo de dedicarse a reunir documentos gubernamentales para incriminar a Arbenz de ser un títere comunista.
Desarrollo
A las 20:00 del 18 de junio las fuerzas del coronel golpista Castillo Armas cruzaron la frontera.
Divididas en cuatro grupos, de unos 480 fuertes soldados entraron a través de cinco puntos a lo largo de la frontera hondureña y salvadoreña, para simular mayor número de soldados de un amplio frente y para reducir la posibilidad de que toda la tropa entera se encaminara por un único camino desfavorable.
Además de estas tropas regulares, diez saboteadores entrenados en Estados Unidos fueron delante explotando los puentes claves y cortando las líneas de telégrafo.
Todas las fuerzas de invasión fueron instruidas para reducir al mínimo encuentros reales con el ejército guatemalteco, para muchos motivos, pero sobre todo para evitar la imagen del ejército nacional contra los invasores.
El desarrollo entero de la invasión fue expresamente diseñado para sembrar el pánico y dar la impresión de probabilidades insuperables para atraer la población y a los militares a su lado, antes que derrotarlos.
Durante la invasión, la propaganda radiofónica transmitía falsos informes de enormes fuerzas que se unen la población local en una revolución popular.
Casi inmediatamente, las fuerzas de Castillo Armas se veían frente al fracaso decisivo.
Invadiendo a pie y obstaculizados por el pesado equipo.
Esto debilitó el impacto psicológico de la invasión inicial, pues los guatemaltecos comprendieron que no había peligro inmediato.
Uno de los primeros grupos que llegaron a su objetivo, 122 rebeldes que pretendían capturar la ciudad de Zacapa, fueron aplastados por un pequeño contingente de treinta soldados del ejército guatemalteco, solo 28 rebeldes evitaron la muerte o captura.
Una derrota mayor sobrevino al grupo de 170 rebeldes que emprendieron la tarea de capturar la protegida ciudad costera de Puerto Barrios.
Después de que el jefe de policía descubriese a los invasores, rápidamente armó a trabajadores portuarios locales y los asignó papeles defensivos.
En cuestión de horas casi todos los rebeldes fueron muertos o cautivos, el resto huyó a Honduras.
Tras tres días dos de los cuatro grupos golpistas de Castillo estaban vencidos. Intentando recuperar el ímpetu, Castillo ordenó un ataque aéreo sobre la capital al día siguiente, que fracasó puesto que solo un avión logró bombardear una pequeña cisterna de petróleo, creando un fuego menor sofocado en 20 minutos.
Después de estos fracasos rebeldes, el presidente Arbenz mandó a su comandante militar que permitiese a los rebeldes adentrarse en el país.
Arbenz y su comandante principal no temían el ejército rebelde pero estaban preocupados de que si eran aplastados darían un pretexto para una intervención abierta militar yanqui, como en otros países.
Este miedo acobardó a la clase oficial, quitando el deseo contratar y derrotar la diezmada tropa de Castillo.
La presencia de fuerzas de asalto anfibias estadounidenses extendió el rumor de un desembarco de marineros estaodunidenses en Honduras.
El miedo retornó a Arbenz, y esta vez temió que los oficiales intimidados y pactaran con Castillo.
Su miedo se confirmó y una guarnición entera del ejército se rindió ante Castillo unos días más tarde en la ciudad de Chiquimula. Arbenz convocó su gabinete para explicar que el ejército estaba en la rebelión y el 27 de junio Arbez anunció su renuncia.
Operación WASHTUB
La operación WASHTUB fue una operación encubierta por la CIA para plantar armas soviéticas supuestamente capturadas en Nicaragua para demostrar supuestos lazos de Guatemala con Moscú.
Fue parte del esfuerzo para derrocar al Presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz Guzmán en 1954.
El 19 de febrero de 1954, la CIA plantó numerosas armas soviéticas en la costa de Nicaragua que serían "descubiertas" por pescadores a sueldo del dictador apoyado por Estados Unidos, el presidente Anastasio Somoza García.
El 7 de mayo de 1954, el presidente Somoza afirmó a reposteros que un submarino soviético había sido fotografiado (sin marcas).
La historia involucraba a los escuadrones de asesinatos guatemaltecos (instruidos por la mafia).
La prensa y el público fueron escépticos y los hechos no tuvieron mucha repercusión.
Operación CÓNDOR.
La Operación Cóndor o Plan Cóndor es el nombre con el que es conocido el plan de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur de América -Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- y con la CIA de los EE.UU., llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.
Enmarcada en la Doctrina Truman, esta coordinación se tradujo en "el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con apremios psico-físicos, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como 'subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la región'".
El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.




Antecedentes.
En el marco de la Guerra Fría encuadrada en la América Latina, se establecieron muchas operaciones destinadas a hacer desaparecer opositores y a usarlos como parte de la propaganda de miedo como por ejemplo la Operación Fénix en Ecuador.
Un antecedente directo de estas operaciones fue el Decreto Noche y Niebla de Adolf Hitler.
Un historiador estadounidense atribuye a un operativo de la CIA la organización de las primeras reuniones entre funcionarios de seguridad uruguayos y argentinos para discutir la vigilancia de los exiliados políticos y también su actuación como intermediaria en las reuniones entre los dirigentes de los escuadrones de la muerte brasileños y los argentinos y uruguayos.
Pero Estados Unidos hizo más que organizar los encuentros.
La división de servicios técnicos de la CIA suministró equipos de tortura a brasileños y argentinos (entre otros) y ofreció asesoramiento sobre el grado de shock que el cuerpo humano puede resistir, señala también el mismo autor.
En 2007, la profesora estadounidense Patrice McSherry, de la Long Island University, mediante un documento secreto de la CIA, fechado en junio de 1976, confirma el secuestro y tortura de refugiados chilenos y uruguayos en Buenos Aires.
Según ella, dichos planes emanaron en los años sesenta en la Escuela de las Américas y las Conferencias de Ejércitos Americanos, mediante las cuales Estados Unidos enseñó a los oficiales instruidos en ellas, acciones "preventivas" (torturas) en la región.
Un documento desclasificado de la CIA con fecha 23 de junio de 1976, explica que ya "a principios de 1974, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos".
McSherry determinó que "(...) un documento de la CIA, con fecha del 23 de junio de 1976, comprueba que un año antes del surgimiento oficial del Plan Cóndor, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos".
La Operación Cóndor fue un pacto criminal que se puso en marcha cuando se contó con una verdadera red de dictaduras en el Cono Sur y en América Latina.
El general Alfredo Stroessner llevaba ya una década en el poder en Paraguay,-desde 1954- cuando los militares brasileños derrocaron al gobierno democrático y popular de João Goulart, en 1964.
Después de una serie de golpes de Estado en Bolivia llegó al poder el general Hugo Bánzer en 1971.
El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet y la Junta Militar, con el apoyo y las instrucciones de la CIA estadunidense, terminó con el experimento socialista de un gobierno elegido democráticamente, derrocando al presidente Salvador Allende, quien se suicidó en la casa gubernamental bajo bombardeo.
Coincidiendo con el plan general de “ajustar” el Cono Sur, donde crecían movimientos populares de envergadura, también en 1973, se instaló la dictadura cívico-militar en Uruguay y sólo tres años después, el 24 de marzo de 1976, una Junta Militar, presidida por el general Jorge Rafael Videla, tomó el poder en Argentina, país en el cual había comenzado a actuar la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) desde el 21 de noviembre de 1973, cuando Juan Domingo Perón todavía era presidente.
La Triple A actuó en una coordinación criminal, con la dictadura de Pinochet en Chile.
Esto surgirá en las investigaciones sobre la Operación Colombo, un modelo de guerra sucia que actuó en 1975.
El Plan Cóndor fue una operación similar a la estrategia de la tensión utilizada en Italia en los setenta, la cual estaba dirigida por la llamada Operación Gladio, de la que Licio Gelli fue un miembro.

Historia.
El Plan Cóndor fue establecido el 25 de noviembre de 1975 en una reunión realizada en Santiago de Chile entre Manuel Contreras, el jefe de la DINA (policía secreta chilena), y los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina (gobernada por Isabel Martínez de Perón), Bolivia, Paraguay y Uruguay (estos últimos con gobiernos militares).
A partir de 1976, la DINA chilena y su par argentino, la SIDE, fueron la vanguardia del Plan Cóndor.
Los "vuelos de la muerte", -también fueron ampliamente utilizados durante la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) por las fuerzas francesas, a fin de que los cadáveres, y por lo tanto las pruebas, desaparecieran.
También existieron muchos casos de tráfico de bebés en el Proceso de Reorganización Nacional.
El 22 de diciembre de 1992, un volumen importante de información sobre la Operación Cóndor salió a la luz cuando José Fernández, un juez de Paraguay, visitó una comisaría en el Lambaré -suburbio de Asunción- para buscar archivos de un ex preso político.
En su lugar se encontró con lo que se conoció como los "archivos del terror", detalla el destino de miles de latinoamericanos secretamente secuestrados, torturados y asesinados por los servicios de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Algunos de estos países han utilizado desde entonces algunas partes de este archivo para procesar a ex oficiales del ejército.
Los archivos cuentan 50.000 personas asesinadas, 30.000 desaparecidos y encarcelados 400.000.
De acuerdo con estos archivos, otros países como Perú cooperaron en diversos grados, proporcionando información de inteligencia en respuesta a las peticiones de los servicios de seguridad los países del Cono Sur.
A pesar de que Perú no se encontraba en la reunión secreta de noviembre de 1975 en Santiago de Chile, hay pruebas de su colaboración con los regímenes del Cono Sur.
Por ejemplo, en junio de 1980, se conoció que el gobierno de Perú colaboró con agentes argentinos del Batallón de Inteligencia 601 en el secuestro, tortura y desaparición de un grupo de Montoneros que se encontraban exiliados en Lima.
Los "archivos del terror" también revelaron la cooperación, en mayor o menor grado, de los gobiernos de Colombia y de Venezuela (se supone que Luis Posada Carriles se encontraba en la reunión secreta que ordenó el asesinato de Orlando Letelier con un coche bomba).
Se ha alegado también que la organización paramilitar colombiana conocida como Alianza Americana Anticomunista puede haber cooperado con la Operación Cóndor.
Brasil firmó el acuerdo más tarde -en junio de 1976-, y se negó a involucrarse en acciones fuera de América Latina.
Casos Notables.
El asesinato del general chileno Carlos Prats en Argentina y del ex ministro del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier en Estados Unidos, fueron partes de la operación además del atentado para asesinar en Roma a Bernardo Leighton, organizado por el terrorista italiano Stefano Delle Chiaie, quien era un miembro de la Operación Gladio.
Quien accionó la ametralladora que hirió gravemente a Bernardo Leighton y a su esposa, fue el terrorista de origen cubano Orlando Bosch Ávila, implicado con Luis Posada Carriles en el sabotaje con una bomba de C4 de un avión de la Cubana de Aviación, que estalló frente a las costas de Barbados en 1976 (murieron 73 personas).
En Madrid intentaron secuestrar a líderes del MIR chileno mientras que en Roma operaron contra disidente políticos argentinos.
Los agentes de la Operación Cóndor actuaron tanto en países de América Latina como en Estados Unidos y Europa.
Con Vincenzo Vinciguerra, el italiano Stefano Delle Chiaie ha hablado sobre los asesinatos de Prats y Letelier; según él, participó en las dos operaciones, el ciudadano estadounidense Michael Townley ex agente de la CIA.
El terrorista cubano-estadounidense Luis Posada Carriles también participó en la reunion en la que se decidió asesinar a Orlando Letelier, quien se había exiliado en Estados Unidos de Norteamérica.
Además, según investigaciones actuales, puede ser que Eduardo Frei Montalva haya sido asesinado por veneno creado en la Colonia Dignidad.
En Argentina.
El 30 de septiembre de 1974, en Buenos Aires, el retirado general del ejército chileno Carlos Prats fue asesinado junto con su esposa Sofía Cuthbert, fuera de su propio departamento, por una bomba activada a control remoto, tirando los desechos hasta el balcón planta novena del edificio de enfrente.
Según documentos secretos entregados a la prensa, el agente de la DINA Juan Morales Salgado vigilaba los detalles de la vida de Prats y su esposa.
Días antes del atentado de Prats y su esposa habían iniciado trámites secretos para dejar el país.
El autor material del atentado fue el ciudadano estadounidense Michael Townley, agente de la DINA.
Sin embargo, las operaciones no siempre se trataron de asesinatos, también se ocupaban de la captura y entrega de personas consideradas "sediciosas" o "subversivas" por los distintos regímenes dictatoriales.
Un caso de importante repercusión fue el del matrimonio Zaffaroni, quienes fueron secuestrados y desaparecidos en Argentina el 27 de septiembre de 1976.
Ambos fueron trasladados al centro clandestino Automotores Orletti.
Luego fueron trasladados a Uruguay. Este caso tomó relevancia en 1998 al ser encontrada la hija de la pareja, Mariana Zaffaroni Islas, quien había sido apropiada por un agente de la Secretaría de Inteligencia.
En Brasil.
La no necesidad de una actuación o intervención destacada de EE. UU. en Brasil prevaleció tras una tradición por parte de esta última de dictadura militar conservada y afincada en el poder desde Castelo Branco, pasando por los años más represivos con Emílio Garrastazu Médici, hasta la apertura democrática realizada hacia el final de la dictadura de João Figueiredo en 1985.
El secuestro de los uruguayos.
El evento con mayor reconocimiento internacional fue el objeto la represión de Uruguay en Brasil en un evento que ocurrió en noviembre de 1978 y, más tarde conocida como la "O sequestro dos uruguaios», es decir, "El secuestro de los uruguayos".
En aquella ocasión, bajo el consentimiento del régimen militar brasileño, altos oficiales del ejército uruguayo viajaron en secreto con dirección a Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul.
Allí secuestraron a una pareja de militantes de la oposición política uruguaya, Universindo Rodríguez Díaz y Lilian Celiberti, junto con sus dos hijos, Camilo y Francesca, 8 y 3 años de edad.
La operación ilegal fracasó cuando dos periodistas brasileños --el reportero Luiz Cláudio Cunha y el fotógrafo João Baptista Scalco, de la sucursal de la revista Veja en Porto Alegre -- alertados por una llamada telefónica anónima, fueron al departamento donde vivía el matrimonio, en el barrio del Menino Deus de la capital gaucha.
Allí, confundidos con compañeros de los uruguayos, los periodistas fueron recibidos por hombres armados que mantenían retenida a Lílian.
Universindo y sus hijos ya habían sido llevados a Uruguay clandestinamente.
La inesperada llegada de los periodistas rompió el sigilo de la operación, que rápidamente fue desmontada para llevar también a Lílian a Montevideo.
En 1980, dos inspectores de la DOPS (Departamento de Orden Político y Social, una rama oficial de la policía a cargo de la represión política durante el régimen militar) fueron condenados por la Justicia brasileña, los hombres armados que habían detenido a los periodistas en el apartamento de Lilian en Porto Alegre.
Eran João Augusto da Rosa y Orandir Portassi Lucas (un ex jugador de fútbol conocido como Didi Pedalada), ambos identificados como participantes en la operación de secuestro por parte de los periodistas y la pareja de Uruguay, lo que sin duda confirma la participación del Gobierno del Brasil en la Operación Cóndor.
En 1991, a través de la iniciativa del gobernador Pedro Simón, el Estado de Rio Grande do Sul reconoció oficialmente el secuestro de los uruguayos y los compensó por él, inspirando al gobierno democrático del presidente Luis Alberto Lacalle de Uruguay a hacer lo mismo un año después.
El asesinato de João Goulart.
Después de su derrocamiento, João Goulart se convirtió en el primer presidente brasileño, en morir en el exilio.
Murió mientras dormía en Mercedes, Argentina el 06 de diciembre 1976 de un supuesto ataque al corazón.
Dado que su cuerpo nunca fue sometido a una autopsia, la causa real de su muerte sigue siendo desconocida.
El 26 de abril 2000 el ex gobernador de Río de Janeiro, Leonel Brizola sostuvo que los ex presidentes de Brasil Joao Goulart y Juscelino Kubitschek fueron asesinados como parte de la Operación Cóndor, y pidió la apertura de las investigaciones sobre sus muertes. Juscelino Kubitschek murió en un accidente de coche.
El 27 de enero de 2008, el periódico Folha de São Paulo publicó una historia con una declaración de Mario Neira Barreiro, ex miembro del servicio de inteligencia de la dictadura de Uruguay, y declaró que Goulart fue envenenado, haciendo suyas las sospechas de Leonel Brizola.
La orden de asesinar a Goulart, según él, provenía de Sérgio Fleury, director del Departamento de Ordem Política e Social (Departamento de Orden Político y Social) y la licencia para matar vino del presidente Ernesto Geisel mismo.
En julio de 2008, una comisión especial de la Asamblea Legislativa de Rio Grande do Sul, estado de origen de João, dio a conocer un documento que dice que "las evidencias de que João fue asesinado intencionalmente, con conocimiento del gobierno de Geisel, son fuertes".
En Chile.
Cuando Augusto Pinochet fue arrestado en Londres en 1998 en respuesta a la petición del magistrado español Baltasar Garzón para su extradición a España, información relativa a la Operación Cóndor fue revelada.
Uno de los abogados que pidieron su extradición habló de un intento de asesinar a Carlos Altamirano, líder del Partido Socialista de Chile: se afirmó que Pinochet se reunió con e terrorista italiano Stefano Delle Chiaie durante el funeral de Franco funeral en Madrid en 1975 para asesinar a Altamirano.
Pero como con Bernardo Leighton, quien fue baleado en Roma en 1975 después de una reunión el mismo año en Madrid entre Stefano Delle Chiaie, el ex agente de la CIA Michael Townley y anti-castrista Virgilio Paz Romero, el plan finalmente fracasó.
El General Carlos Prats y su esposa fueron asesinados por la DINA chilena el 30 de septiembre de 1974 por un atentado con coche bomba en Buenos Aires, donde vivían en el exilio.
En Chile, el juez de instrucción de este caso, Alejandro Solís, determinó definitivamente el fin a la persecución de Pinochet por este caso en particular después de que la Corte Suprema de Chile rechazó una demanda para revocar su inmunidad judicial en enero de 2005.
Los líderes de la DINA, entre ellos el jefe Manuel Contreras, ex jefe de la operación y el general retirado Raúl Itturiaga Neuman, su hermano Roger Itturiaga, y los ex-brigadieres Pedro Espinoza Bravo y José Zara, están acusados en Chile de este asesinato.
El agente de la DINA Enrique Arancibia Clavel fue condenado en Argentina por el asesinato.
Otro objetivo fue Orlando Letelier, ex ministro del gobierno de Allende que fue asesinado por la explosión de un coche bomba en Washington, el 21 de septiembre de 1976. Su asistente, Ronni Moffitt, ciudadana de los EE.UU., también murió en la explosión. Michael Townley, el general Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, y el brigadier Pedro Espinoza Bravo, también antes de la DINA, fueron condenados por los asesinatos.
En 1978, Chile aceptó entregar Townley a los EE.UU., a fin de reducir la tensión sobre el asesinato de Letelier.
Townley, sin embargo, fue liberado en el marco del programa de protección de testigos. La justicia de EEUU está a la espera de Manuel Contreras y Pedro Espinoza a ser extraditado.
En un artículo publicado 17 de diciembre 2004 en el Los Ángeles Times, Francisco Letelier, hijo de Orlando Letelier, escribió que el asesinato de su padre fue parte de la Operación Cóndor, que se describe como "un intercambio de inteligencia de red utilizado por seis dictadores del Sur de la época para eliminar a los disidentes”.
Francisco Letelier, declaró:
"El asesinato de mi padre era parte del Cóndor." Michael Townley ha acusado a Pinochet de ser responsable de la muerte de Orlando Letelier. Townley confesó que había contratado a cinco cubanos anticastristas exiliados para colocar la bomba en el coche de Letelier.
En Paraguay.
La larga dictadura de Alfredo Stroessner se convirtió en coetánea de los dictadores Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet.
Los Archivos del horror de Paraguay de 1992 constituyen una de las evidencias más poderosas de la represiva dictadura paraguaya.
Según los Archivos del Terror descubiertos por Martín Almada, en la ciudad de Lambaré, Paraguay, en 1992, el Plan Cóndor dejó un saldo de 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400 000 presos.
En Uruguay.
Coincidentemente a la década de los 70, de acuerdo a los procedimientos habituales de las dictaduras del Cono Sur en su declaración de gobernantes de facto, Juan María Bordaberry se autonominó dictador prohibiendo al resto de los partidos políticos su existencia.
En este país el golpe de Estado se dio en el año 1973 y perduró hasta 1985, lapso en el que se asesinó, torturó, encarceló, secuestró y desapareció a una gran cantidad de personas, bajo el argumento de la lucha contra la "subversión".
Previo a 1973, ya existían agentes de la CIA asesorando a las fuerzas de seguridad uruguayas, cuyo ejemplo más conocido fue Dan Mitrione, quien enseñó métodos de tortura a la policía en Uruguay.
Previamente había enseñado estos métodos a los comandantes militares sudamericanos en la "Escuela de las Américas" situada en Panamá.
En relación a su población, Uruguay fue el país que tuvo mayor número de presos políticos durante la Operación Cóndor.
La CNT del Uruguay (Central Nacional de Trabajadores) mantuvo una huelga general por 15 días a raíz del golpe de Estado.
En Bolivia.
La historia de los Gobiernos Militares en Bolivia (1964-1982) y de inestabilidad política facilitaban en Bolivia una dictadura militar como la de Hugo Banzer propiciada hacia principios de los años setenta.
Otros casos.
El líder chileno del MIR, Edgardo Enríquez, fue "desaparecido" en Argentina, así como otros dirigentes del MIR, Jorge Fuentes, Alexei Jaccard, chileno y suizo, y Ricardo Ramírez una red de apoyo al Partido Comunista desmantelado en Argentina en 1977.
Los casos de represión contra los alemanes, españoles, los ciudadanos peruanos y los judíos también fueron divulgados.
Los asesinatos del ex presidente boliviano Juan José Torres y los ex diputados uruguayos Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini en Buenos Aires en 1976 también formaron parte de la Operación Cóndor.
La DINA entró en contacto incluso con los terroristas croatas, neofascistas italianos y del Sha SAVAK para localizar y asesinar a los disidentes.
La Operación Cóndor estaba en su apogeo en 1976.
Los exiliados chilenos en Argentina se vieron de nuevo amenazados, y tuvieron que pasar a la clandestinidad o al exilio.
Diplomáticos cubanos fueron asesinados también en Buenos Aires en el famoso centro de detención Automotores Orletti, una de las 300 prisiones clandestinas de la dictadura.
Estos centros fueron gestionados por el Grupo de Tareas 18 encabezado por el condenado por ladrón armado Aníbal Gordon, quien reportaba directamente al comandante general de la SIDE, Otto Paladino.
Automotores Orletti fue la base principal de los servicios de inteligencia extranjeros que participan en la Operación Cóndor.
Uno de los sobrevivientes, José Luis Bertazzo, quien fue detenido allí por dos meses, identificó a prisioneros chilenos, uruguayos, paraguayos y bolivianos que fueron interrogados por los agentes de sus propios países.
Es allí que la nuera del poeta Juan Gelman de 19 años fue torturada junto a su esposo, antes de ser trasladados a Montevideo donde dio a luz a una beba (Macarena Gelman), que fue robada de inmediato por oficiales del ejército uruguayo.
De acuerdo con el libro de John Dinges Los años del Cóndor chilenos detenidos del MIR en el centro de detención Orletti, le dijeron a José Luis Bertazzo que habían visto a dos diplomáticos cubanos, Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañega de 26 años, torturados por el grupo de Gordon e interrogados por un hombre que viajaba desde Miami a interrogarlos.
Los dos diplomáticos cubanos, encargados de la protección del embajador de Cuba en Argentina, Emilio Aragonés, habían sido secuestrados el 09 de agosto 1976 en la esquina de la calle Arribeños y Virrey del Pino por 40 agentes de la SIDE armados que bloquearon la calle con sus Ford Falcon, los vehículos utilizados por las fuerzas de seguridad durante la dictadura.
Según John Dinges el FBI y la CIA fueron informados de las detenciones.
El autor cita un cable enviado por el agente del FBI en Buenos Aires, Robert Scherrer el 22 de septiembre de [[1976 en el que mencionó de pasada que Michael Townley, más tarde condenado por el asesinato el 21 de septiembre de 1976 del ex ministro chileno Orlando Letelier en Washington, había tomado parte de los interrogatorios de los dos cubanos.
El ex jefe de la DINA confirmó a la jueza federal argentina María Servini de Cubría en Santiago de Chile el 22 de diciembre de 1999 que Michael Townley y el cubano Guillermo Novo Sampoll estuvieron presentes en el centro Orletti, después de haber viajado desde Chile a Argentina el 11 de agosto 1976, y "cooperaron en la tortura y el asesinato de los dos diplomáticos cubanos".
El anticastrista y terrorista cubano Luis Posada Carriles también se jactó en su autobiografía, "Los caminos del guerrero", del asesinato de los dos jóvenes.
Intervención de otros países.
El rol de Estados Unidos.
Por los archivos desclasificados de la CIA, se supo que Manuel Contreras, jefe de la DINA en Chile, fue invitado en 1975 al cuartel General de la CIA en Langley Virginia, por 15 días. Después de esa visita, Contreras aparece como "creador" de la Operación Cóndor.
El periodista e investigador Cristopher Hitchens sindica a Henry Kissinger como ideólogo de dicha operación.
En febrero de 2004 John Dinges, periodista, publicó Los años del Cóndor: Cómo Pinochet y sus aliados trajo el terrorismo a tres continentes [(The New Press, 2004)].
En este libro que revela cómo los funcionarios militares uruguayos amenazaron con asesinar al congresista de EEUU Edward Koch (luego alcalde de Nueva York) a mediados de 1976.
A finales de julio de 1976, el jefe de la CIA en Montevideo recibió información al respecto, pero se recomendó que la Agencia no tomara ninguna medida porque los oficiales uruguayos (entre ellos el coronel José Fons, quien estuvo en septiembre de 1975 en la reunión secreta en Santiago de Chile, y el Mayor José Nino Gavazzo, quien encabezó un equipo de oficiales de inteligencia que trabajaban en [[Argentina en 1976, donde fue responsable de la muerte de más 100 uruguayos) había estado bebiendo cuando se hizo la amenaza.
En una entrevista para el libro, Koch dijo que George HW Bush, el director de la CIA en ese momento, le informó en octubre de 1976 - más de dos meses después, y después de que fuera asesinado Letelier en Orlando - que su patrocinio de la legislación para cortar la ayuda militar de EEUU a Uruguay por razones de derechos humanos había provocado a funcionarios de la policía secreta a "poner un precio a su cabeza".
A mediados de [[octubre de [[1976, Koch escribió al Departamento de Justicia pidiendo la protección del FBI.
Nunca fue proporcionada.
A fines de 1976, los coroneles Fons y Gavazzo fueron asignados a importantes cargos diplomáticos en Washington, pero el Departamento de Estado obligó al gobierno uruguayo a retirar sus nombramientos, con la explicación pública que "Fons y Gavazzo pueden ser objeto de publicidad desagradable.
" Koch recién tuvo conocimiento de las conexiones entre las amenazas en 2001.
Un cable de 1978 del embajador de EEUU en Paraguay, Robert White, al Secretario de Estado Cyrus Vance, fue publicado el 06 de marzo de 2001 por el diario The New York Times.
El documento fue liberado en noviembre de 2000 por el gobierno de Clinton en el marco del Proyecto de Desclasificación de Chile.
En el cable, el embajador White informó de una conversación con el general Alejandro Fretes Dávalos, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Paraguay, quien le informó que los jefes de inteligencia de América del Sur involucrados en Cóndor "[se mantenían] en contacto unos con otros a través de una instalación de EEUU en la Zona del Canal de Panamá que cubre [cubría] toda América Latina”.
Según Dávalos, esta instalación era "empleada para coordinar información de inteligencia de los países del Cono Sur".
Robert White temía que la conexión de EEUU con la Operación Cóndor podría ser revelada públicamente en el momento del asesinato en Orlando del ex ministro chileno Orlando Letelier y su asistente estadounidense Ronni Moffitt que estaba siendo investigado.
White informó por un cable que "parece conveniente revisar este acuerdo para asegurar que su continuación es del interés de EEUU".
El intercambio de información "[a través de télex] incluía la tortura técnica (por ejemplo, <<ahogo seco>>, y reproducir las grabaciones de las víctimas que estaban siendo torturadas a su familia).
Esto demuestra que EEUU facilitó las comunicaciones para la Operación Cóndor, y ha sido denominado por Patrice McSherry (Univ. de Long Island.) "otra prueba de peso que sugiere que el ejército de EEUU y funcionarios de inteligencia apoyaron y colaboraron con Cóndor como socio secreto o patrocinador."
Los EEUU fue un miembro clave, siempre "proporcionó la organización, la inteligencia y tecnológicos de asistencia financiera a la operación."
Material desclasificado en 2004, señala que: Los documentos desclasificados muestran que Kissinger fue informado sobre Cóndor y sus "operaciones de asesinato" el 5 de agosto de 1976, en un informe de 14 páginas de Shlaudeman.
"A nivel internacional, los generales de América parecen nuestros chicos", advirtió Shlaudeman.
"Somos identificados especialmente con Chile. No nos puede hacer ningún bien."
Shlaudeman y sus dos diputados, William Luers y Ryan Hewson, recomendaron acciones.
En el transcurso de tres semanas, redactaron un tenor con gestiones de cautela, aprobado por Kissinger, en el que dio instrucciones a los embajadores de EEUU en el Cono Sur para cumplir con los respectivos Jefes de Estado respecto del Plan Cóndor.
Él les ordenó que expresaran "nuestra profunda preocupación" acerca de "rumores" de "los planes para el asesinato de subversivos, políticos y figuras prominentes tanto dentro de las fronteras nacionales de algunos países del Cono Sur y en el Extranjero."
En definitiva, la gestión nunca se realizó. Kornbluh y Dinges sugieren que la decisión de no enviar la orden Kissinger se debió a un cable enviado por el Subsecretario Harry Shlaudeman a su adjunto en Washington que establecía que "sólo tiene que instruir a los embajadores de no tomar ninguna otra medida, señalando que no ha habido informes en algunas semanas que indiquen la intención de activar el régimen Cóndor."
McSherry, añade: "De acuerdo con [el Embajador de EEUU en Paraguay Robert] Blanco, las instrucciones del secretario de Estado no pueden ser ignoradas a menos que haya una contraorden recibida a través de canales alternos secretos (de la CIA)."
Kornbluh y Dinges llegan a la conclusión de que "El rastro de papel es claro: el Departamento de Estado y la CIA tenía inteligencia suficiente para tomar medidas concretas para impedir el asesinato planificado en la Operación Cóndor. Esas medidas fueron iniciadas, pero nunca se las implementó."
El adjunto de Shlaudeman, Hewson Ryan, más tarde reconoció en una entrevista oral que el Departamento de Estado fue "negligente" en su manejo del caso.
"Supimos muy pronto que los gobiernos de los países del Cono Sur se encontraban planificando, o al menos hablando, algunos asesinatos en el Extranjero en el verano de 1976. … Si hubiéramos intervenido, los podríamos haber evitado esto, no lo sé ", afirmó en referencia al atentado Letelier-Moffitt. "Pero no lo hicimos."
La conexión francesa.
La periodista francesa Marie-Monique Robin encontró en los archivos del Quai d'Orsay, del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, el documento original que acredita un acuerdo de 1959 entre París y Buenos Aires que creó una "misión militar francesa permanente" de oficiales que habían luchado en la Guerra de independencia de Argelia, y que estaba ubicado en las oficinas del jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino.
El mismo continuó hasta que el socialista François Mitterrand fue elegido presidente de Francia en 1981.
La periodista demostró como el gobierno de Valéry Giscard d'Estaing colaboró en secreto con la junta militar de Videla en Argentina y con el régimen de Augusto Pinochet en Chile.
Los primeros oficiales argentinos, entre ellos Alcides López Aufranc, viajaron a París para asistir a cursos de dos años en la escuela militar
Ecole de Guerre en 1957, dos años antes de la Revolución Cubana y cuando ningún movimiento guerrillero argentino existía.
"En la práctica", dijo Robin a Página/12, "La llegada de los franceses a la Argentina conllevó a una ampliación masiva de los servicios de inteligencia y de la utilización de la tortura como el arma principal de lucha contra la guerra contra la subversión en el concepto de la guerra moderna.
" Los "decretos de aniquilación" firmados por Isabel Perón fueron inspirados en textos en lengua francesa.
Durante la guerra de independencia de Argelia, las fuerzas policiales fueron puestas bajo la autoridad del Ejército, y en particular de los paracaidistas, quienes generalizaron las sesiones de interrogatorio, la utilización sistemática de la tortura y las desapariciones.
El 10 de septiembre de 2003, diputados del Partido Verde francés Noël Mamère, Martine Billard e Yves Cochet solicitaron la constitución de una Comisión Parlamentaria sobre "el papel de Francia en el apoyo de los regímenes militares en América Latina 1973-1984" ante Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, presidida por Edouard Balladur.
El único periódico que informó al respecto fue el diario Le Monde.
Sin embargo, el diputado Roland Blum, a cargo de la Comisión, se negó a escuchar Marie-Monique Robin, y en diciembre de 2003 publicó un documento de 12 páginas descripto por Robin como de la mayor mala fe posible.
Alegó que el acuerdo no se habría firmado, a pesar del acuerdo que fue consignado por Robin en el Quai d'Orsay.
Cuando el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, viajó a Chile en febrero de 2004, afirmó que no había habido cooperación entre Francia y los regímenes militares.
La periodista Marie-Monique Robin dijo al periódico L'Humanité: "Los franceses han sistematizado una técnica militar en el medio urbano que se copia y se pasa a las dictaduras latinoamericanas.".
Los métodos utilizados durante la guerra de independencia de Argelia en 1957 se sistematizaron y fueron exportados a la Escuela Superior de Guerra en Buenos Aires.
El famoso libro de Roger Trinquier sobre la lucha contra la insurgencia tuvo una fuerte influencia en América del Sur.
Robin dice que se sorprendió al enterarse de que la agencia de inteligencia francesa Direction de surveillance du territoire (DST) comunicaba a la DINA los nombres de los refugiados que regresaban a Chile (Operación Retorno), todos los cuales fueron asesinados.
"Por supuesto, esto pone al gobierno francés en el banquillo, junto a Giscard d'Estaing, el entonces presidente de la República.
Yo estaba muy impresionada por la hipocresía de las autoridades diplomáticas de Francia que, al mismo tiempo recibió refugiados políticos con los brazos abiertos, y colaboró con las dictaduras."
El almirante argentino Luis María Mendía, quien teorizó la práctica de los "vuelos de la muerte", declaró en enero de 2007 ante los jueces argentinos que un agente de la inteligencia francesa, Bertrand de Perseval, había participado en el secuestro de las dos monjas francesas, Léonie Duquet y Alice Domont, que fueron asesinadas más tarde. Perseval, quien hoy vive en Tailandia, negó cualquier vínculo con el secuestro, pero admitió haber sido miembro de la OEA, y de haber escapado de Argentina a partir de marzo 1962 cuando el Acuerdo de Evian que puso fin a la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962).
Refiriéndose al documental de Robin Marie Monique titulado "El Escuadrón de la Muerte - la escuela francesa" (Les escadrons de la mort - l'école française), Luis María Mendía solicitó a la Corte Argentina que el ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, el ex primer ministro francés Pierre Messmer, ex embajador francés en Buenos Aires François de la Gorce, y todos los funcionarios en su lugar en la embajada francesa en Buenos Aires entre 1976 y 1983 fueran citados ante el tribunal.
Además de esta conexión francesa "que también ha acusado a la ex jefa de Estado argentina Isabel Perón y a sus ex ministros Carlos Ruckauf y Antonio Cafiero, quien había firmado el "decreto contra la subversión" antes del golpe de Estado de 1976.
Según la sobreviviente de la ESMA, Daleo Graciela, esta es otra táctica que afirma que estos crímenes fueron legitimados por la Ley de Obediencia Debida de 1987, y que también fueron cubiertos por el "decreto contra la subversión" de Isabel Perón(los cuales instan a aniquilar el accionar de los elementos subversivos Alfredo Astiz también refirió a los tribunales acerca de la "conexión francesa".
Consecuencias.
Operación Silencio.
La "Operación Silencio" fue una operación para obstaculizar las investigaciones de los jueces chilenos mediante la eliminación de los testigos, que comenzó alrededor de un año antes de que los "archivos del terror" se encuentren en Paraguay.
En abril de 1991 Arturo Sanhueza Ross, vinculado al asesinato del líder del MIR Jecar Neghme en 1989, abandonó el país. Según el Informe Rettig, la muerte de Jecar Neghme se llevó a cabo por agentes de inteligencia de Chile.
En septiembre de 1991 Carlos Herrera Jiménez, quien mató al sindicalista Tucapel Jiménez, también dejó el país.
En octubre de 1991 Eugenio Berríos, un químico que había trabajado con Michael Townley agente de la DINA, es acompañado de Chile a Uruguay por agentes de la Operación Cóndor, para escapar a testificar en el caso Letelier.
Utilizó pasaportes argentino, uruguayo, paraguayo y brasileño, aumentando las preocupaciones que la Operación Cóndor no estaba muerta.
En 1995, Berríos fue encontrado muerto en El Pinar, cerca de Montevideo (Uruguay), sus asesinos habían tratado de tornar imposible la identificación de su cuerpo.
En enero de 2005, Michael Townley, quien ahora vive en los EEUU bajo el programa de protección de testigos, reconoció a los agentes de la Interpol los vínculos entre la DINA y el centro de detención Colonia Dignidad, que fue fundada en 1961 por Paul Schäfer, un nazi, detenido en marzo de 2005 en Buenos Aires, y condenado por cargos de violación de menores.
[[Townley también facilitó información sobre la Colonia Dignidad y el Laboratorio de guerra bacteriológica del Ejército. Este último laboratorio habría sustituido al antiguo laboratorio de la DINA en la Vía Naranja, donde trabajó con Michael Townley el asesino químico Eugenio Berríos.
La toxina con la que presuntamente mataron en 1982 al Demócrata Cristiano Eduardo Frei Montalva pudo haber sido realizada en este nuevo laboratorio en la Colonia Dignidad, según el juez que investiga el caso.
Terror Implícito y Explícito.
La subversión usa los dos para controlar a la gente.
El terror implícito materializa una amenaza que aunque en las sombras y oculta existe.
El terrorismo explícito se manifiesta cuando la organización subversiva lleva a cabo actos de agresión para demostrar su poder.
Ambos procedimientos funcionan perfectamente en una situación de guerra revolucionaria en que si se controla el pueblo se controla el país.

Cuando se tiene el apoyo de un grupo revolucionario es mucho mejor a la hora de ganar el apoyo de la población local por parte del agente.
Por ejemplo cuando un grupo de soldados revolucionarios armados entran a una villa, los mismos pueden ser vistos como hostiles o bien como libertadores, dependiendo del trato que se dé a los pobladores.
Las personas normales viven bajo permanente amenaza y disyuntiva entre apoyar a los revolucionarios o al gobierno.
La clave es lograr un balance a favor del agente, esto puede ser logrado a través de propaganda armada y campañas de “mentes y corazones” e inevitablemente se terminará en una mezcla de las dos.
Técnicas de Propaganda Armada.
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Al arribar a la aldea, villa o pueblo, arrestar a la cúpula policial y al funcionario político y ocultarlos en un lugar seguro.
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Liberar a todos los presos políticos pero a ningún criminal.
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Cortar todas las líneas de comunicación con el gobierno central.
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Interdictar todas las rutas de ingreso y salida del poblado.
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Efectuar un relevamiento de las necesidades urgentes de la población.
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Mantener buenas relaciones con los profesionales de la villa tales como doctores, sacerdotes y maestros.
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Usar a los revolucionarios armados para ayudar al pueblo. Se los puede infiltrar para mezclarse entre la gente, jugar con los niños y repartirles golosinas.
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Pagar en efectivo cualquier cosa que se deba tomar de la villa o de alguno de sus pobladores.
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Si se ofrece hospitalidad, la misma debe ser aceptada y se debe agradecer a los anfitriones.
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No se deberá “bombardear” a la población local con mucha propaganda.
Se le permitirá al pueblo establecer un concejo y decidir por ellos mismos que debe hacer con las autoridades civiles removidas y capturadas.
Ellos serán llevados a juicio público.
Los agentes se mezclarán entre la gente y la incentivarán a gritar los slogans.
Además se aprovechará esta oportunidad para recabar información acerca de algún tipo de tropa gubernamental que haya sido vista en las inmediaciones y detalles tales como el armamento, número, rutas que se utilicen, y frecuencia con que visita la villa o poblado.
Finalmente se incentivará a los jóvenes a unirse al esfuerzo revolucionario.

Un buen agente además explicará a los pobladores que el gobierno central está siendo manejado por poderes extranjeros que tienen interés en apoderarse de los recursos del país.
También se aclarará que cualquier tropa extranjera entrenando y apoyando a las guerrillas son hermanos en la lucha por la libertad.
Se deberán aprovechar diferencias de cualquier tipo tales como religiosas, políticas, económicas o sociales para distanciar al gobierno del pueblo.
Destacar la escasez en la que vive la mayoría y los beneficios y prerrogativas de una minoría selecta.
Denunciar el alto costo de las políticas gubernamentales y los altos impuestos que oprimen al pueblo.
Explicar lo desprotegida que está la población sin el apoyo de la revolución y ejército de guerrilla.
Antes de abandonar el poblado se felicitará e incentivará a la población por su esfuerzo en la lucha por la caída del gobierno y reiterar que los agentes se encuentran en ese lugar por el pueblo.
Una vez que el gobernó central tome conocimiento de la presencia de los agentes o de las fuerzas de guerrilla enviará tropas al poblado para tomar contacto con la situación.
En realidad esto implicará actos de represión tales como violaciones, pillaje y destrucción, capturas y muertes.
Estas represalias por proveer hospitalidad a las guerrillas también servirán para distanciar a la gente común del gobierno una vez más.
Los agentes esperarán hasta que las tropas gubernamentales hayan finalizado su trabajo sucio y planearan un ataque.
Ejecutarán el mismo una vez que se hayan reclutado suficientes miembros como para enfrentar a las tropas gubernamentales.
Durante el ataque los agentes matarán la mayor cantidad de tropa posible pero no a los comandantes.
Se llevaran a cualquier comandante a juicio y luego se los ejecutará.
Se llevará el mensaje a las villas vecinas de las atrocidades cometidas por las tropas gubernamentales y explicar que se intervino a tiempo y que esto permitió salvar muchas vidas.
Cuidadosamente se irá aplicando la misma estrategia en el área de responsabilidad.
También se puede jugar al ojo por ojo, esto significará que si el gobierno ataca una villa o pueblo simpatizante de la revolución se le devolverá el golpe al gobierno mediante alguna acción terrorista.
Esta podrá ser llevada a cabo mediante el ataque de las instalaciones gubernamentales tales como militares, o de servicios básicos.
El secuestro y asesinato de selectivo de algunos ministros del gobierno, jueces de la cortes, integrantes de la cúpula de las FFAA, FFSS y FFPP intimidarán al gobierno.
Los agentes sin embargo se asegurarán que los integrantes del gobierno que simpaticen con la revolución sean protegidos y no atacados por las guerrillas.
El apoyo total a la población común es vital para cualquier campaña de resistencia.
Esto podrá ser logrado comprometiendo al pueblo con la revolución.
El reclutar a los hijos e hijas del pueblo para pelear por la causa de la revolución como una causa familiar siempre será mejor. Vivir, comer, y trabajar con la gente; encontrar lo que la gente realmente necesita.
Identificar positivamente al pueblo con la revolución, entonces ellos se sentirán parte de esta.
Se podrán considerar los siguientes aspectos.
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Ganar las mentes y corazones.
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Mostrar respeto por los derechos humanos.
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Ayudar y proteger a las familias y sus hogares.
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Respetar las ceremonias y costumbre religiosas.
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Ayudar al pueblo en sus proyectos comunitarios.
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Proteger al pueblo del ataque gubernamental.
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En áreas carenciadas establecer escuelas para los niños y jóvenes.
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Fomentar la ganadería en áreas rurales.
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Fomentar una mejor higiene entre la población para evitar decesos por esta causa.
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Mantener apoyo sanitario.
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Nunca tocar sus mujeres salvo por razones médicas.
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Nunca discutir las operaciones militares con la gente común.
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Reclutar colaboradores para que actúen como espías en los pueblos y villas.
Tácticas Subversivas.
Aunque la mayoría de los grupos subversivos operan con solo un apoyo minoritario del pueblo, su existencia va a ser siempre calificada como representativa de todo el pueblo.
Por ejemplo un grupo paramilitar accidentalmente mata y mutila a muchas personas por error, el se volverá en contra del él.
El ala política podría compartir los sentimientos del pueblo para ganar apoyo político.
Por otro lado el ala política puede recurrir a los paramilitares para plantar una bomba justo antes de una reunión importante con el gobierno para de esta manera estar en una mejor posición de negociación.
Este método engloba los beneficios de la subversión abierta y encubierta.

Una de las formas básicas de subversión es la agitación.
El agitador toma un tema e incita a la multitud a explotar a favor del movimiento subversivo abierto.
En Irlanda del Norte esto se hacía simple preguntándole a los católicos ¿Por qué nuestras vidas son controladas por el Gobierno Británico? ¿Por qué hay soldados británicos armados en nuestras calles en Belfast?
Estos eran dos argumentos prácticamente irrefutables que usaban los agitadores para lograr el apoyo popular.
Estas situaciones crean un ambiente de duda, miedo u odio y despiertan sentimientos de rebelión.

Una vez que la semilla de la rebelión ha sido plantada, el paso subversivo siguiente es la propaganda.
La propaganda se aprovecha del miedo de la gente y busca convertir una multitud pacífica en una horda enardecida.
El principio detrás de la propaganda es convencer a la gente de que ellos están actuando en defensa propia, mientras que en realidad esas acciones son manejadas e impuestas por el grupo subversivo.
La verá a menudo estas acciones como modos de proteger su propia sociedad.
Un ejemplo de esto puede ser observado en Irlanda del Norte a comienzos de los 70´s, cuando un integrante del IRA fue cercado por una patrulla británica y se dio a la fuga.
Una mujer del vecindario salió de su hogar y comenzó a golpear el cesto de la basura contra la pared de manera de hacer ruido y no permitir escuchar la huida del perseguido, inmediatamente todo el vecindario se sumó al llamado haciendo lo mismo.
Esto permitió al subversivo escabullirse entre las casas, desechar su arma y escapar.
Este sistema simple pero efectivo demostró el apoyo del vecindario a su resistencia armada.

El ejemplo descripto demuestra la concreción de la meta de un grupo subversivo, para debilitar al gobierno y demuestra la solidaridad de la gente hacia él.
Este tipo de propaganda es comúnmente llamada Blanca, porque detrás de ella hay un grupo abierto.
Propaganda Gris generalmente provendrá de los medios de comunicación social.
Todo hecho de violencia es calificado inmediatamente como primicia y mientras mucha gente podrá ver el hecho como un horro y llamarlo atrocidad, otros adeptos al grupo subversivo llamarán a los perpetradores, héroes.
Subversión Abierta.
En una ocasión durante la Guerra de OMAN fue tomado un prisionero al que se le dio la oportunidad de integrarse a las milicias locales; su otra opción era un tiro en la nuca.
El próximo paso fue persuadir al desertor de mostrarle al personal de inteligencia su última ubicación cuando él se encontraba con los rebeldes.
Como paso siguiente se volaba al punto indicado para que el desertor confirme la posición y una vez confirmada se le ordenaba a la escuadrilla que iba a realizar el bombardeo aéreo sin conocimiento del desertor las coordenadas exactas para el ataque una vez que el helicóptero se haya alejado de la zona.
Este tipo de operaciones fue conocido como “dedo volador”.
La técnica fue muy exitosa a la hora de identificar y destruir puntos fuertes del enemigo.
Los Rusos Acusan a los Americanos.
La subversión implica engaño. Por ejemplo, fue simple para los rusos acusar a los EEUU de usar partes de cuerpos amputadas de niños de la calle en AMERICA DEL SUR.
Lo cual constituye un buen argumento de subversión era una verdad a medias.
Por ejemplo, los cuerpos de varios chicos huérfanos en BOGOTÁ, COLOMBIA, habían sido encontrados con sus ojos quirúrgicamente removidos.
Uno de ellos de cuatro años de edad a quien le habían removido sus ojos luego de ser secuestrados fue encontrado con vida con un billete de 500 pesos abrochado a sus ropas con una leyenda que decía “gracias por tu regalo”.
Este es un gran reclamo para las naciones ricas tales como EEUU que pagan por partes humanas en efectivo.
Es fácil entonces acusar a EEUU de estar involucrado en tan despreciable mercado.
Si bien esto puede ser cierto en algunos casos, sirve para responsabilizar a toda una Nación por casos aislados.
Esta y otras tácticas similares han sido usadas a lo largo de los años para desacreditar al enemigo.
Falsificación.
Espías y agentes envueltos en operaciones que a menudo obligan al uso de documentos falsos.
Esto incluye pasaportes, cédulas de identidad y certificados de nacimiento.
El dinero falso también es producido en grandes cantidades y es usado por muchos agentes, a menudo con fines de subversión.
La mayoría de las agencias tienen su propio departamento de “artistas” quienes consiguen documentos que pueden ser confeccionados para sustentar a los agentes para alguna operación especial.
De todo lo expuesto el documento más importante es el pasaporte.
Pasaportes.
Es muy fácil para una agencia obtener pasaportes en blanco de su propio país, es también posible construir una identidad completa para un agente.
Sin embargo esto no es tan simple de lograr cuando el agente es forzado a operar con un pasaporte extranjero.
Fuera del staff de las agencias de inteligencia especializadas no es tan simple construir un pasaporte extranjero falso.
El mejor método de conseguir uno legítimo.
Un nuevo pasaporte.
La forma ideal y una que el espía puede intentar usar para obtener una nueva identidad, es “robar” uno de alguien que haya muerto.
Mientras más reciente sea la muerte, mejores serán las chances de lograr el objetivo.
Se deberán escudriñar los avisos fúnebres en búsqueda de alguien preferentemente en una localidad grande que haya muerto con las características particulares que se necesitan tales como sexo, edad por citar alguna.
Se habla de una localidad grande porque el promedio de muertes será mayor que en una pequeña.
Una vez que ha encontrado una coincidencia se recabará la mayor información posible acerca del difunto y en lo posible una fotografía del mismo.
La dirección del velatorio normalmente será obtenida del diario o aviso fúnebre que se trate y si la muerte es reciente nada impedirá al agente de participar del mismo presentándose como un viejo amigo al que hace mucho tiempo no ve.
Una vez en el lugar simplemente pedir una fotografía del difunto para guardarla como recuerdo.
Si se descubre que el difunto vivía solo, se puede intentar un simple hurto y si se tiene suerte, se puede encontrar el pasaporte o el certificado de nacimiento (normalmente los parientes se deshacen de estos documentos cuando alguien muere).
Se deberá tener especial cuidado de no robar nada más. Otro artilugio que el agente podrá utilizar